El texto propone una reflexión sobre la subjetividad en el ámbito del Nivel Superior, destacando cómo las representaciones docentes sobre los estudiantes influyen en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Se parte de las ideas de Caruso y Dussel, quienes advierten que las instituciones educativas han tendido históricamente a homogeneizar las identidades de los estudiantes, ocultando su diversidad social, cultural y económica. Sin
embargo, en las últimas décadas, diversos factores han modificado esta perspectiva. Entre estos factores, se destacan los avances en las teorías del aprendizaje que reconocen la participación activa del estudiante; los movimientos sociales que reivindican los derechos de minorías y personas con discapacidad; y los cambios en las condiciones laborales y sociales que impactan tanto en los estudiantes como en los docentes. Así, las
concepciones tradicionales del sujeto educativo y del rol docente se ven interpeladas por nuevas demandas.
Sandra Carli, en investigaciones clave, señala que el ingreso al Nivel Superior implica para los estudiantes no solo una transición académica, sino también vital, en la que se reconfiguran prácticas como la lectura y la escritura, se tejen relaciones significativas y se negocian nuevas formas de estar en la institución. En este proceso, las tecnologías, la cultura juvenil y los condicionamientos materiales (como trabajar para sostener los
estudios) impactan de manera decisiva.
El texto diferencia entre dos grandes perfiles: los “estudiantes que trabajan”, que priorizan la carrera, y los “trabajadores que estudian”, cuya prioridad es su empleo. Ambos deben enfrentar tensiones que afectan su rendimiento, permanencia o egreso. Además, se visibiliza la heterogeneidad etaria, con estudiantes jóvenes recién egresados del secundario y adultos que retoman estudios, cada uno con necesidades y ritmos distintos.
La escuela y la universidad se configuran como espacios donde circulan discursos con fuerte carga simbólica, que inciden en la subjetividad de docentes y estudiantes. En este contexto, se hace necesario revisar las prácticas y concepciones que guían la enseñanza, reconociendo el valor de lo relacional, la responsabilidad del docente y su capacidad para sostener al otro, ofrecer referencias significativas y habilitar la constitución de identidades singulares.
Finalmente, se sostiene que enseñar no es solo transmitir contenidos, sino propiciar un encuentro con el otro, con el conocimiento y con el mundo compartido. Las instituciones deben acompañar las trayectorias estudiantiles de modo flexible y reflexivo, promoviendo propuestas pedagógicas inclusivas, conscientes de las complejidades subjetivas y sociales que configuran al sujeto del aprendizaje en el Nivel Superior.
Profesora en Ciencias de la Educación egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo.
Especialista en Docencia Universitaria Sede: Universidad Nacional de Cuyo. Secretaría Académica.1997. 1998
Maestría en Enseñanza en Escenarios Digitales, Universidad Nacional de Comahue, Provincia de Neuquén. Cursado finalizado 2022.